Esta mañana, representantes de organizaciones sociales de Jericó y el suroeste, entre los que se incluyen la Veeduría por el Uso y Cuidado de los Recursos Naturales de Jericó, denunciaron que a puerta cerrada en el bar restaurante El Guadual de Jericó, se reunieron personas con representantes de los ministerios de Agricultura y Ambiente para avanzar en la implementación del distrito agroecológico del Suroeste antioqueño que prometió el presidente Petro en su visita a Jericó a inicios de este año.
Lo llamativo es que para avanzar en este tema y como promesa de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, en su reciente visita al municipio de Támesis -donde le dio un reverzaso a la resolución que pretendía declarar esta zona como área de protección por las críticas que esto generó en todos los sectores productivos del suroeste-, el tema del distrito agroecológico se debía trabajar en una mesa de concertación que recogiera las distintas visiones sobre el desarrollo de la región sin afectar la productividad.
Ese compromiso de la ministra no se está cumpliendo, en un correo al que tuvo acceso Al Día Suroeste se evidencia cómo la Mesa Única de Concertación para el Distrito Agroecológico del Suroeste es manejada exclusivamente por personas que se han opuesto públicamente al proyecto Quebradona y que ven en esta herramienta una forma de prohibir el desarrollo de ese proyecto en la región.
La Veeduría por el Uso y Cuidado de los Recursos Naturales de Jericó, el movimiento social Avanzar y el colectivo ciudadano Jericoanos con Visión enviaron al correo distritosagroecologicos@gmail.com su solicitud para participar de la Mesa Única de Concertación. Sorpresivamente quien respondió el correo en nombre de la Mesa Única de Concertación fue José Fernando Jaramillo quien es reconocido opositor al proyecto Quebradona, diciéndoles, que al espacio de hoy 15 de noviembre no podían estar porque "no es un espacio abierto, es la continuidad de una agenda y partes acordadas".
Es decir que la propuesta del distrito agroecológico del Suroeste que impacta a más de 200 mil habitantes de esta subregión se está trabajando sólo con los que se oponen al proyecto Quebradona y que son del corazón del presidente Petro, dejando a un lado las otras visiones que hay frente a este tema y que contradice las promesas de participación ciudadana efectiva que ha hecho este gobierno.
Las voces de rechazo no se han hecho esperar empezando por los voceros de las organizaciones sociales anteriormente mencionadas:
Una decisión de este tipo debería garantizar la participación efectiva de todos los actores involucrados. Que se haga a puerta cerrada y más en el gobierno del cambio y la clase popular, es impresentable. Las instituciones deben dar garantías.